la lengua de las cosas
La lengua de las cosas debe de ser el polvo donde se comunican
sin hablarse.
El polvo o la sombra que proyectan.
Demencia de las cosas cuando su voluntad se rebela
y se esconden frenéticas o se niegan a funcionar obstinadas.
Únicos medios de rebelión a su alcance,
únicas formas de decirnos que no somos sus amos,
aunque tengamos el poder
de destruirlas y olvidarlas.
José Emilio Pacheco
De “Tarde o temprano, poemas 1958-2009″
Colección Nuevos Textos Sagrados, dirigida por Antoni Marí
Tusquets Editores, Ciudad de México, 2010.
Extraído del blog La poesía alcanza para todos
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