blanca andreu: los archivos griegos: a un ciprés de la acrópolis
me recuerdas a un hombre
que amé y murió
blanca andreu: fábula de la fuente y el caballo
con los ojos agrandados por el insomnio de la muerte
blanca andreu: capitán elphistone: gesto de sable pájaro
te desposas con el aparejo
y el viento oficiante murmura
blanca andreu: hundiré mis manos aquí, en este mar que no existe
las flores graves que coronan a los reptiles que amo
blanca andreu: hasta nosotros la infancia de los metales raros
hasta nosotros la infancia de los metales raros
blanca andreu: de una niña de provincias que se vino a vivir en un chagall: duermo, pájaro vivo, pájaro de babilonia y pájaro vienés
mira el espíritu de la avispa,
llora la plaga de mi cerebro
blanca andreu: de una niña de provincias que se vino a vivir en un Chagall: poema sin título
algo falta y hay que ponerle un nombre
en hexámetros el ímpetu y la perfidia
blanca andreu
la partida
Como un rey de este mundo perdido en las leyendas,
solo, con calculado silencio, señor de la nada
a quien despierta un alcatraz
el mar se ahoga con su métrica ardiente
En las cuadras del mar
En las cuadras del mar duermen términos blancos,
la espuma que crepita, la droga hecha de liquen que mueve a olvidar:
en los establos del mar reina la urraca, la intriga y la discordia,
todos los días entre la nieve y en el deshielo
Fábula de la fuente y el caballo
a beatriz de laiglesia y werner aspenström
Dicen que murió un caballo.
Contaron que pasó como una sombra, que galopaba
como noticia que va corriendo
y potros como pajes delgadísimos se quemaban sobre la tierra espesa
Y corría la sangre como una estatua rota por las habitaciones
mientras aullaban los príncipes sapos y los armiños se escondían entre el trigo
y corría la sangre como una estatua rota
animal de la perfección
Uno
De este modo se forma agreste y larga como agua sin riqueza,
como un animal que no aguarda,
el vuelo, la grandeza, los belfos con fiebre, las alas malheridas,
como un animal impensado, el perfil vuelto hacia los vientos y
eso dije
El día tiene el don de la alta seda,
pétalos desandados por el pie de la noche,
monedas en corolas, eso dije.
Pero se izó la nube de magnolia hasta llegar al núcleo ahogado,
con jarabe de ruina, con azul infuturo
Sólo la muerte
Sólo la muerte, la tímida muerte, la muerte que
pronuncio con tanta ligereza,
buey de plata, caballo de plata, linterna que
