lo no dicho

 

 

 

 

 

Cuántos poemas he dejado pasar,

en aquel tiempo en que se hacían girando

mis brazos en el potro.

 

Aun así, desde aquella galáctica distancia

con su propia pesada fuerza de gravedad

debería haber observado; pero el cansancio,

a veces, me dejaba dormido con los ojos abiertos

sin mirar la herida, sin saber que podía mirarla.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Ángel Ferrer
Inédito

 


 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

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