su estertor será mi vagido

 

 

 

¡Desencadenad mi mente!

¡Avivad mi voluntad!

¡Subidme de un salto a mi caballo!

 

Su quietud eléctrica, las chispas saltan de su pelaje negro,

La tensión de sus patas, belfos temblorosos, ollares dilatados, ojos a punto de explotar,

veteados por la sangre:

Sabe que vamos a la guerra.

 

A lo lejos, inexpugnable, el enemigo: La Gran Uniformidad.

Su estandarte: La Mentira Única.

Sus soldados: robots programados para matar a la Verdad.

 

Sus monstruosas dimensiones no asustan al que está dispuesto a morir por la Verdad.

Jinete y caballo se lanzan en un galope salvaje de rabia y Destino

En la llanura esteparia la garganta se desboca

Se oye un grito de guerra:

 

¡Por la Poesía, por la Belleza, por la Verdad!

¡Luchamos para vencer al Falso Destino!

Al ataqueeeee!

 

El impacto los mató.

La Realidad Material mató a los cuerpos de caballo y jinete.

 

Los redujo a vísceras.

Éxodo de pequeñas nadas huyendo del templo de los sentidos.

 

Sin embargo, en ese campo de batalla

En silencio y soledad

Jinete y caballo se levantan ya incorpóreos, alados, puros.

 

La Mentira murió dentro de mi cabeza

-ahora es una víscera más- Quiero asfixiar a mi mal

Su estertor es mi vagido

 

Ahora soy la Esencia que fulmina el vacío

He vencido:

Soy sólo Uno y no me veis.

El Miedo al daño es vuestro peor enemigo.

 

Sin embargo no debéis temer: ya estáis muertos.

 

 

 

 

 

 

 

Vladimira Pund

más poemas en  desde mi barricada


 

 

 

 

 

 

 

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