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la vida de la Bruja

Cuando yo era niña

había una anciana en nuestro barrio

a quien llamábamos La Bruja.

Todo el día espiaba desde su ventana

en el segundo

piso

tras las cortinas arrugadas

y algunas veces abría la ventana

y gritaba: ¡Lárguense de mi vida!

Tenía el pelo como algas

y la voz de una roca.

Ahora pienso en ella algunas veces

y me pregunto si me estoy volviendo ella.

Mis zapatos se curvan hacia arriba como

los de un bufón.

Trozos de mi cabello, mientras escribo esto,

se enroscan como dedos de un pie.

Estoy sacando fuera niños

a cucharadas.

Sólo mis libros me ungen,

y unos pocos amigos,

aquellos que recorren mis venas.

¿Tal vez me estoy volviendo un ermitaño,

y sólo abro la puerta

a ciertos animales?

¿Tal vez mi cráneo está demasiado poblado

y no tiene agujero por el cual

darle sopa?

¿Tal vez he tapado los huecos

para dejar dentro a los dioses?

Tal vez aunque mi corazón

es un gatito de mantequilla,

lo estoy inflando como un zeppelin.

Sí. Esta es la vida de la bruja,

escalando la cuesta primordial,

sueño dentro de un sueño,

y luego aquí sentada

sosteniendo un brasero.

Versión de Ernesto Hernández Busto

del blog PD [penultimosdias.com]

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The Witch’s Life

When I was a child

there was an old woman in our neighborhood whom

we called The Witch.

All day she peered from her second story

window

from behind the wrinkled curtains

and sometimes she would open the window

and yell: Get out of my life!

She had hair like kelp

and a voice like a boulder.

I think of her sometimes now

and wonder if I am becoming her.

My shoes turn up like a jester’s.

Clumps of my hair, as I write this,

curl up individually like toes.

I am shoveling the children out,

scoop after scoop.

Only my books anoint me,

and a few friends,

those who reach into my veins.

Maybe I am becoming a hermit,

opening the door for only

a few special animals?

Maybe my skull is too crowded

and it has no opening through which

to feed it soup?

Maybe I have plugged up my sockets

to keep the gods in?

Maybe, although my heart

is a kitten of butter,

I am blowing it up like a zeppelin.

Yes. It is the witch’s life,

climbing the primordial climb,

a dream within a dream,

then sitting here

holding a basket of fire.

la vida de Bruja

Cuando era niña

en nuestro barrio había una anciana a quien

llamábamos La Bruja.

Desde un segundo piso nos miraba por su

ventana

tras las cortinas arrugadas

y algunas veces la abría

y gritaba: ¡Lárguense de mi vida!

Tenía el pelo como algas

y la voz como una roca.

Ahora pienso en ella algunas veces

y me pregunto si me estoy convirtiendo en ella.

Mis zapatos se curvan hacia arriba como

los de un bufón.

Mechones de mi pelo, mientras escribo esto,

se enroscan como dedos de un pie.

Estoy desenterrando niños

cucharada a cucharada.

Solo mis libros son bálsamo,

y unos pocos amigos,

aquellos que insuflan mis venas.

¿Tal vez me estoy volviendo una ermitaña,

y abro la puerta tan solo

a ciertos animales?

¿Tal vez mi cráneo está atestado

y no tiene hendidura por donde

darle sopa?

¿Tal vez he sellado las cuencas de mis ojos

para dejar dentro a los dioses?

Tal vez, aunque mi corazón

sea un gatito de mantequilla,

lo estoy inflando como un zepelín.

Sí. Esta es la vida de bruja,

escalar la cuesta primordial,

sueño dentro de un sueño,

y luego estar aquí sentada

sosteniendo un brasero.

Traducción de Karim Ganem Maloof

del blog [elmalpensante.com]

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Anne Sexton

From The Awful Rowing Toward God


 

 

 

 

 

 

 

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