lectura

No ser un púgil, Musa, es como no ser nada.

Nos negaste un auditorio enardecido.

Hay doce personas en la sala, es hora de empezar.

La mitad vino porque llueve, los demás son parientes. Musa.

Las mujeres podrían desmayarse en esta tarde de otoño,

y lo harán, pero sólo frente al ring.

Escenas dantescas sólo allí.

Y el éxtasis. Musa.

No ser un boxeador, ser un poeta,

con una condena a poemas forzados,

y a falta de músculos mostrarle al mundo

—en el mejor de los casos— una lectura escolar en el futuro.

Oh Musa. Oh Pegaso,

ángel equino.

En la primera fila un viejecito sueña dulcemente

que su difunta esposa ha vuelto de la tumba

para hornearle una tarta de ciruelas.

Con fuego, pero no muy alto, porque se quema la tarta,

comenzamos la lectura. Musa.

Wislawa Szymborska

Poesía no completa

Sal 1962

Edición y traducción de

Gerardo Beltrán, Abel A. Murcia

2ª edición

FCE, México, 2008


 

 

 

 

 

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