Se dice que el primer acto de percepción profunda consiste en quitar las etiquetas,

cosa muy apropiada cuando se trata de Abbey, que lleva la etiqueta de top top, estrella del show

y reina del espectáculo.

Con todo, conviene que dejemos a las mujeres guapas para los hombres con poca imaginación:

realmente, a falta de sol, conviene aprender a madurar en el hielo.

Las mujeres -como el universo- están hechas de vida, de historias, no de átomos. Algunos [excesivos

o papanatas] dicen que una mujer es lo máximo que le puede pasar a un hombre.

‘Para que esta canción suene así, ha sido necesario haber ganado y haber perdido tantas cosas,

ha sido necesario ir llenándola poco a poco de belleza y de daño, ir llenándola con nuestra propia

vida, para que se parezca a nuestra propia vida, y suene así: tan insignificante y tan grande,

tan triste, tan hermosa’ –dijo el poeta.

También buscamos otras cosas: por ejemplo: que siempre podamos estar en un día que no sea

ni ayer ni mañana, en que la soledad descanse a ratos, como si fuera un animal tendido,

olvidando su espuela de locura.

 

 

 


 

 

 

 

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