ingrid bergman

 


Mi proyecto erótico de los 18 años.

Una vez le hice señas desde la oscuridad

y ella se desprendió de los brazos de Gary Grant.

Se despegó de la pantalla,

vino hacia mi butaca, se sentó en mis rodillas

y no se levantó hasta que mis pantalones se humedecieron

y the end.

Qué poesía amarga la de mi vida en esa época.

Ahora debe andar por los sesenta y tantos

y yo fumo veinte cigarrillos por día para no sentirme

excesivamente dramático.

 

 

 

 

 

 

 


 

 

 

 

0 comentarios

Enviar un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.

Te puede interesar

balconcillos 19

 

Hay suficiente belleza en estar aquí y no en otra parte.

 

 

identidad

 

vivo en mi tiempo
fuera de mi tiempo