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Hay ángulos que no pueden cerrarse

y que ninguna línea convertirá en figura.

Ellos resumen el destino.

Tampoco el destino puede cerrarse. 

 

El amor conoce esos ángulos

y con frecuencia acude a ellos.

También el pensamiento y la palabra.

También los párrafos del viento. 

 

Pero no hay instrumento que pueda medirlos,

ni hay geometría que los abarque.

Ellos responden a otro orden del espacio:

la geometría de lo abierto. 

 

Y quizá también respondan a un llamado,

pero no sabemos de dónde.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Duodécima Poesía Vertical

Roberto Juarroz

Ediciones Carlos Lohlé
Buenos Aires
Argentina
1991

 

 

 

 

 

 

 

 

 


 

 

 

 

 

 

 

 

 

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