[ezcol_1third] 

alguna vez,

 

las líneas

[/ezcol_1third] [ezcol_2third_end]   

Alguna vez, las líneas

de este lenguaje comprimido

no moverán la misericordia

de un oído o un ojo. Para entonces

me habré perdido, no justificado

en una zona sin identificación posible.

Trabajos solitarios y extranjeros,

muescas en la dura madera de la mesa:

¿dónde estamos cuando nuestros trabajos

se desvanecen ante los rostros oscuros?

¿Dónde se mete el flautista

cuando la música cesa

y el público abandona la sala

hacia otros estruendos menos organizados,

cuando el oído y el ojo vuelven

a las palabras sueltas

y multiplicadas como una epidemia

bajo un estrépito de butacas que se despueblan?

 

[/ezcol_2third_end]

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 


 

 

 

 

 

 

 

0 comentarios

Enviar un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.

Te puede interesar

quiéreme

 

como si el amor fuera nuestro