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En cuanto a la papilla rudimentaria de la metafísica
En efecto “El hombre es una pasión vil”, Spinoza lo dijo
El hombre es sólo un ser ruin del que no habla la filosofía
Un ser que teme a sus equívocas manos
Herido por la lógica
Harto de hablarle a la nada con susurros
“Y escribo estos versos para que vuelvan los Dioses”
Ricardo Reis lo dijo plagiando a Pessoa mientras ladraba un perro
“Quién anduvo entre la violeta y la violeta”
Eliot lo dijo, y el mismo perro comentaba sus versos
Que decían que el hombre es pastor de la nada
Y la poesía conforma un sepulcro para llorar tan solo
Zumo de rosas demacradas
Qué más da una lírica tiniebla en vano
Una pesadilla a la que rezan los hombres
Heidegger decía -y no sé por qué lo sé- que el hombre es pastor del ser
Pero yo digo que el hombre es pastor del excremento
Y señor solo de la rabia
Y habitante único del salmo
Hecho para llorar tan solo
Y yo adoro sólo a la sílaba desnuda del versículo
Desnudo como la mentira
Como el silencio
Mientras un ruiseñor cae sobre la página
Y los pájaros gritan: Scardanelli, Scardanelli
Y ya no hay nada aquí, sino el renglón desvaído
La página desangrada y para nadie
Porque el único señor con corona
Es la espuma de la copa
“La marea de la copa”, como dijera un Kenningar islandés.
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leopoldo maría panero
rosa enferma
Huerga y Fierro
coleción la rama dorada
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