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OBSERVATION OF FACTS
Facts have no eyes. One must
Surprise them, as one surprises a tree
By regarding its (shall I say?)
Facets os copiousness.
The tree stands.
The house encloses.
The room flowers.
These are facts stripped of imagination:
Their relation is mutual.
A dryad is a sort of chintz curtain
Between myself and a tree.
The tree stands: or does not stand:
As I draw, or remove the curtain.
The house encloses: or fails to signify
As being bodied over against one,
As something one has to do with.
The room flowers once one has introduced
Mental fibre beneath its elegance,
A rough pot or two, outweighing
The persistence of frippery
In lampshades or wallpaper.
Style speaks what was seen,
Or it conceals the observation
Behind the observer: a voice
Wearing a ruff.
Those facets of copiousness which I proposed
Exist, do so when we have silenced ourselves.
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OBSERVACIÓN DE HECHOS
Los hechos no tienen ojos. Uno debe
sorprenderlos como uno sorprende un árbol
prestando atención a sus (¿puedo llamarlas así?)
facetas de copiosidad.
El árbol se levanta.
La casa encierra.
El cuarto florece.
He aquí los hechos exentos de imaginación:
su relación es mutua.
Una dríada es una suerte de cortina de cretona
entre yo y un árbol.
El árbol se levanta, o no se levanta:
depende de que corra o descorra la cortina.
La casa encierra; o deja de significar
como ser extendido sobre uno,
como algo con lo que uno tiene que ver.
El cuarto florece cuando uno ha introducido
una fibra mental bajo su elegancia,
uno o dos cacharros toscos que superan
la persistencia de la fruslería
en las pantallas o el empapelado.
El estilo manifiesta lo que se vio
o esconde la observación
tras el observador: una voz
que lleva collar.
Esas facetas de la copiosidad que he propuesto
existen, así lo hacen cuando quedamos en silencio.
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Charles Tomlinson
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