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la hora verde
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A la mañana siguiente seguían bailando
con una fe bella y patética, esperando su oportunidad.
Llovía como siempre. Y esta noche toca
trabajar de nuevo.
Lo que se repite: faltan unos
minutos para empezar, quieres configurar un espacio
más ambiguo, diseñas herramientas vocacionalmente
inútiles. ¿Por si acaso? No, no se trata
de reducir el riesgo. Es una especie de estética.
Dame otras dos.
Ya lo vieron los cínicos, pero lo he vuelto a descubrir
bajo la ducha. Por otro lado, la mejor
manera de comprender un limón es comérselo
y así lo voy a decir,
a falta de limones.
Tú te quieres ir ya.
No sé qué conclusiones
podemos negociar. Deja que te muestre
las instalaciones y mis árboles.
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mariano peyrou
de Estudio de lo visible
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