después del incidente
Corazón, persevera; no te rindas
tan pronto a esa mentira; no abandones
ahora que los años con su carga
de sensatez te dejan en ridículo.
Sigue creyendo que la luna vierte
su locura inconstante aquí en la noche,
que existe un mundo fiel, una lado oculto
adonde sólo tu mirada llega,
que son de algún valor los sentimientos.
Sé invulnerable, corazón herido
en esta noche por el golpe injusto
de una razón más ciega cada día.
Otras noches vendrán, otras palabras
a darte nueva sangre, nuevo aliento.
Qué importa que ahora sientas que la vida
fue escrita en un idioma que no entiendes.
José Mateos
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