–
–
–
2
–
–
Surgió una mariposa con un ala negra y la otra azul. Andaba
en el aire de la habitación; arriba de los estantes y roperos. No
se sabía si era sólo una. La niña más chica la pidió para antifaz. A
ratos, sus alas profusas, extendíanse lisas y límpidas.
Cuando se paró en el borde de mi taza, vi su belleza abrasadora;
daba pavor.
Mamá lloró todo el día; papá aprontó los revólveres y diversas
trampitas, que él mismo tejió, mas, nada tuvo efecto.
–
Al caer de la tarde resolvimos cerrar la casa y partir. Pero por
las sendas, la mariposa nos sobrevolaba, como una estrella de belén
oscura, como un coloreado asesino.
–
Hasta que se metió en mi cuello de nueve años, entre mis
venas, se entró en mi cabello.
Los demás ya no vieron nada o hicieron que no veían.
Yo fingí no darme cuenta.
Y la mariposa sigue bullendo.
A cada instante me visita.
–
Marosa di Giorgio
–
de La edad anaranjada
número 2
Colección Ave Roc
Fondo de Animal Editores
Ecuador, 2012
–
0 comentarios