agustín fernández mallo

 

carne de píxel

 

 

 

2008

 

 

El espacio es todo él un solo espacio y el pensamiento es todo él un solo pensamiento,
pero mi mente divide sus espacios en espacios de espacios y su pensamiento en
pensamientos de pensamientos.

ANDY WARHOL

 

Quién hará esta música sonar,
reflejo de la vanidad,
cuando nadie quiera oírnos más.
Falsos mitos sobre la piel y el cabello.

LA COSTA BRAVA

 

Píxel [Picture Element]: mínimo elemento de imagen que contiene toda la información
visual posible.

 

 

 

 

mi cara digitalizada en el parpadeo de la pantalla. A mitad de la calle un portal, 1 m² de acera, 2 m³ de aire, escenario en el que el tiempo [emboscado en su abstracción sin masa ni peso] a fin de encarnarse saqueará el recuerdo. El tiempo a tu lado me mostró que no hay más razones para creer en la imposibilidad de la vida después de la muerte de las que hay para creerla igualmente imposible antes. Que la luz que a cada instante llega y te hace feliz y bien hecho son besos que lanzaste y en forma de verdad irrefutable [invisible] regresan [quién ve la luz]. Que la soledad del sprinter supera a la del corredor de fondo no porque llegue primero, sino porque imagina que llegará primero; pero, adónde. Sin habla, mirabas fijamente, apretabas mi mano, llorabas y llovía. Vi claro en ese instante [suma de instantes] por qué era tan bueno el verso tan malo que antes de morir recitó aquel Replicante, porque en tus ojos vi cosas que jamás ni yo ni nadie había visto, y todas se perderán [son simultáneas muerte y vida] como tus lágrimas en la lluvia. No hubo esta vez ningún pájaro blanco al vuelo para decirnos que algo muere en luz saturada para que otra cosa nazca en vacío [lo dijo Heinsenberg, lo dijo Heráclito, lo dijo Burgalat, lo dijeron tantos]. Sólo transparente opacidad. Ahora yo ya sólo aspiro a las enumeraciones.

 

fuiste la llama de mi razón alucinada. No había espacio donde apoyar ya mis símbolos. Te amaré tanto, decías, y aprendimos la importancia del café del desayuno en tanto yo salía a robar para ti naranjas. Devoramos el mundo, esa bestia sordomuda, para hacernos menos sordos, menos mudos, siguiendo una ley por la cual buscando crear y destruir energía la encuentras en belleza transformada. Yo no sabía qué pasa cuando un péndulo se detiene porque jamás había visto uno detenido. Llorabas y llovía. Vi cosas en tus ojos que nadie había visto, me apretabas la mano buscando exprimir aquella fruta robada a mí; a nadie; transgénico zumo de lluvia en lágrimas. La verdad es a veces tan verdad que se vuelve 100% cristalina, y así innombrable.

 

 

 

agustín fernández mallo

 

 
La Coruña, 1967
 
Novela literaria, Poesía
 
 

Nació en La Coruña en 1967, es licenciado en Ciencias Físicas y ha trabajado como radiofísico durante años en el Hospital Son Dureta de Palma de Mallorca.

En el año 2000 acuña el término «Poesía Postpoética» —que investiga las conexiones entre el arte y las ciencias—, cuya propuesta ha quedado reflejada en los poemarios Yo siempre regreso a los pezones y al punto 7 del Tractatus (2001, 2012), Creta Lateral Travelling (2004, Premio Cafè Món), Joan Fontaine Odisea (2005), Carne de píxel (2008, Premio Ciudad de Burgos de Poesía), Antibiótico (2012), y en el volumen Ya nadie se llamará como yo + Poesía reunida (1998-2012) (Seix Barral, 2015), que recoge todos los anteriores e incluye un largo poemario escrito entre 2012 y 2015, entre León y Palma de Mallorca. Su ensayo Postpoesía, hacia un nuevo paradigma fue finalista del Premio Anagrama de Ensayo en 2009.

Su narrativa incluye las novelas Nocilla Dream (2006), Nocilla Experience (2008), Nocilla Lab (2009) —recogidas en el volumen Proyecto Nocilla (2013)—, El hacedor (de Borges), Remake (2011) y Limbo (2014). Su primera novela, aclamada por el público y la crítica, ha sido designada como una de las mejores novelas de la primera década del siglo xxi por medios como Quimera. Más allá del término «generación Nocilla» que la prensa cultural acuñó para designar a un grupo de escritores que compartían determinadas características, la aparición de Nocilla Dream convirtió a Agustín Fernández Mallo en un escritor imprescindible en el panorama de la literatura contemporánea española, y uno de los autores que más ha influido en las nuevas voces narrativas de la escena literaria en español.
Escritor ecléctico, considerado uno de los mayores renovadores de la literatura, su producción artística abarca géneros híbridos que combinan el videoarte, la palabra escrita y el spoken word, la música, el cine y la performance. Junto con Eloy Fernández Porta, ha desarrollado el dúo Afterpop, Fernández&Fernández, y con Juan Feliu ha creado el grupo musical Frida Laponia. Fernández Mallo ha filmado también varios cortometrajes que se pueden descargar en su blog El hombre que salió de la tarta.

Sus libros se han traducido al inglés, al francés, al portugués, al italiano, al croata y al serbio.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Λ

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