[ezcol_1half]   

 

 

álvaro de campos

 

de tabaquería

 

traducción de m. ángel flores

 

 

 

 

Viví, estudié, amé y hasta creí,

y hoy no hay mendigo a quien no envidie

sólo por no ser yo.

Le miro a cada uno los andrajos y las llagas

y la mentira,

y pienso: tal vez nunca vivieses ni estudiases,

ni amases ni creyeses

(porque es posible hacer la realidad de todo eso

sin hacer nada de eso):

tal vez hayas existido apenas, como un lagarto

a quien cortan la cola

y que es cola para acá del lagarto revolviéndose.

Hice de mí lo que supe,

y lo que podía hacer de mí no lo hice.

El disfraz que vestí era equivocado,

me tomaron luego por quien no era y no

desmentí, y me perdí.

Cuando quise quitarme la máscara,

estaba pegada a la cara.

Cuando la tiré y me vi en el espejo,

ya había envejecido, estaba ebrio, ya no

sabía vestir el disfraz que no había tirado. 

[/ezcol_1half] [ezcol_1half_end]   

 

 

 

 

Vivi, estudei, amei, e até cri,

E hoje não há mendigo que eu não inveje

só por não ser eu.

Olho a cada um os andrajos e as chagas

e a mentira,

E penso: talvez nunca vivesses nem estudasses

nem amasses nem cresses

(Porque é possível fazer a realidade de tudo isso

sem fazer nada disso);

Talvez tenhas existido apenas, como um lagarto

a quem cortam o rabo

E que é rabo para aquém do lagarto remexidamente.

Fiz de mim o que não soube,

E o que podia fazer de mim não o fiz.

O dominó que vestí era errado.

Conheceram-me logo por quem não

era e não desmenti, e perdi-me.

Quando quis tirar a máscara,

Estava pegada à cara.

Quando a tirei e me vi ao espelho,

Já tinha envelhecido,

Estava bêbado, já não

sabia vestir o dominó que não tinha tirado. 

[/ezcol_1half_end]

 

 

 

 

 

 


 

 

 

 

 

 

0 comentarios

Enviar un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.

Te puede interesar

quiéreme

 

como si el amor fuera nuestro