El cuerpo esplende en el zaguán profundo, ante la
trenza del esparto y los armarios destinados a los
membrillos y las sombras.
De pronto, el llanto enciende los establos.
Una vecina lava ropa fúnebre y sus brazos son
blancos entre la noche y el agua.
I
GEÓRGICAS
LIBRO
DEL FRÍO
Antonio Gamoneda
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