–
[ezcol_1half]–
crecida
–
Con la sangre hasta la cintura, algunas veces
con la sangre hasta el borde de la boca,
voy
avanzando
lentamente, con la sangre
hasta el borde de los labios
algunas veces,
voy
avanzando sobre este viejo suelo,
sobre la tierra hundida en sangre,
voy
avanzando lentamente,
hundiendo los brazos
en sangre,
algunas
veces tragando sangre,
voy sobre Europa
como en la proa
de un barco desmantelado
que hace sangre,
voy
mirando, algunas veces,
al cielo
bajo,
que refleja
la luz de la sangre roja derramada,
avanzo
muy
penosamente,
hundidos los brazos en espesa
sangre,
[/ezcol_1half] [ezcol_1half_end]
–
–
–
–
es
como una esperma roja represada,
mis pies
pisan sangre de hombres vivos
muertos,
cortados de repente, heridos súbitos,
niños
con el pequeño corazón volcado, voy
sumido en sangre
salida,
algunas veces
sube hasta los ojos y no me deja ver,
no
veo más que sangre,
siempre
sangre,
sobre Europa no hay más que
sangre.
–
Traigo una rosa en sangre
entre las manos
ensangrentadas. Porque es que
no hay más que sangre,
–
y una horrorosa sed
dando gritos en medio de la sangre,
y una horrorosa sed
dando gritos en medio de la sangre.
[/ezcol_1half_end]
–
–
–
–
–
–
Blas de Otero
De: “Ángel fieramente humano” – 2 “Hombre” – II – 1947-1949
Recogido en “Blas de Otero – Obra Completa” – 1935 – 1977
Ed. Galaxia Gutenberg – 2013
–
–
–
0 comentarios