La mente en sombra,
incandescente el corazón, amo
de ida. Como una fuente
sin retorno, me proyecto para nada
en ningún espejo; olvidando
enseguida, empezando enseguida.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

0 comentarios

Enviar un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.

Te puede interesar

reencuentro

 

y todos lloraremos con ese abrazo,
cada uno por lo suyo.