así pues
Se acabó el largo día en el que tanto
y tan poco ha ocurrido.
Grandes expectativas se frustraron
para resucitar sin entusiasmo.
Los espejos cobraron vida y luego se vaciaron,
obedeciendo los caprichos del azar.
Las manecillas del reloj de la iglesia se movieron,
a veces suavemente, otras con brusquedad.
Cayó la noche. El cerebro y sus misterios
se adensaron. Un letrero de neón rojo
VENTA DE FUEGOS ARTIFICIALES se encendió en el tejado
de un viejo y tétrico edificio al otro lado de la calle.
Una planta de tiesto ya muy marchita
a la que nadie riega o presta atención
proyectaba su sombra en la pared del cuarto
con lo que a mí me pareció alegría salvaje.
Se trata del último poema del libro The lunatic, de Charles Simic.
Charles Simic
El lunático
traducción de Jordi Doce
Vaso Roto Ediciones
Madrid 2017, 168 págs
thus
The long day has ended in which so much
And so little had happened.
Great hopes were dashed,
Then halfheartedly restored once again.
Mirrors became animated and emptied,
Obeying the whims of chance.
The hands of the church clock moved,
At times gently, at times violently.
Night fell. The brain and its mysteries
Deepened. The red neon sign
FIREWORKS FOR SALE came on on a roof
Of a grim old building across the street.
A nearly leafless potted plant,
No one ever waters or pays attention to,
Cast its shadow on the bedroom wall
With what looked to me like joy.
0 comentarios