charles simic

el monstruo ama su laberinto

 

 

 

 

cuadernos

 

título original: the monster loves his labyrinth
charles simic, 1997
traducción: jordi doce
epílogo: seamus heaney

 

 

para jonathan aaron

 

 

 

I

 

 

 

El mundo ardía en llamas y yo estudiaba violín.
El niño Nerón dándole al serrucho…
En el piso de mi profesora siempre hacía frío. Un cuarto amplio y casi sin muebles, con el techo alto ya en sombra. Recuerdo las pocas notas chirriantes que emitía mi violín y las severas palabras de reprimenda de mi profesora. Aquella vieja me atemorizaba. También la quería porque después de su regañina solía darme algo de comer. Algo raro y exótico, como chocolate relleno de licor dulce. Nos sentábamos casi a oscuras en aquel gran cuarto vacío. Yo comía y ella me miraba comer. «Pobrecito», decía, y yo pensaba que tenía que ver con el hecho de que no ensayaba lo suficiente, de que era un lerdo incapaz de entender lo que me explicaba, pero ahora no estoy seguro de cuál era su intención. De hecho, intuyo que tenía en mente algo muy distinto. Por eso escribo estas líneas, para averiguarlo.

 

 

The world was going up in flames and I was studying violin.
The baby Nero sawing away . . .
My teacher’s apartment was always cold. A large, almost empty room with a high ceiling already in shadow. I remember the first few screechy notes my violin would make and my teacher’s stern words of reprimand. I was terrified of that old woman. I also loved her because after the scolding she would give me something to eat. Something rare and exotic, like chocolate filled with sweet liqueur. We’d sit in that big empty room, almost dark now. I’d be eating and she’d be watching me eat. “Poor child,” she’d say, and I thought it had to do with my not practicing enough, my being dim-witted when she tried to explain something to me, but today I’m not sure that’s what she meant. In fact, I suspect she had something else entirely in mind. That’s why I am writing this, to find out what it was.

 

 

 

 

 

Fui a ver La cantante calva de Ionesco con Boris. Se representaba en un pequeño teatro del Village. Sólo había seis personas en el patio de butacas, incluidos nosotros dos. La función empezó igualmente. Cuando llegó el turno de la escena de amor con la mujer de tres narices, los actores se dejaron llevar en el diván por el calor del momento. Sus voces se transformaron en un susurro mientras iban quitándose la ropa el uno al otro. Boris y yo nos miramos fijamente. Las otras cuatro personas del público se volvieron de pronto invisibles. Vaya, no follaron, pero faltó poco. No guardo ningún recuerdo del resto de la obra salvo que al salir las calles estaban cubiertas de nieve recién caída.

 

 

I went to see Ionesco’s Bald Soprano with Boris. It was being presented at a small theater in the Village. There were only six people in the audience, and that included the two of us. They gave the performance anyway. When it came to the love scene with the woman who has three noses, the actors got carried away on the couch. Their voices went down to a whisper as they started undressing each other. Boris and I just looked at each other. The other four people had suddenly become invisible. Well, they didn’t fuck each other, but they came very close. I have no recollection of the rest of the play except that at the exit the streets were covered with newly fallen snow.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

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