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Dirección a casa se han puesto grises
los lomos de los libros y el reflejo
de un vaso vacío brilla ocupando
todo el mueble. Siento el primer
escalofrío de la pérdida. Una rara coherencia
apabulla mis sentidos. He roto un saquito
de arena y mi abuela se ha desparramado.
Abriendo el álbum, algo familiar
que no me mira,  fija su vista
hacia mi chaqueta. Me veo hermosa
porque soy dos estilos de persona
estilos que se acortan o son estilos
de provincia diversos, no sé
si ya quedan provincias. También he visto
dos estilos de muchacha. Una no sé
si regresaba de algún sitio, o si iba,
vestía como hubiera vestido la madre
de cualquiera. Otra llevaba ornamentos
que me recuerdan el brillo del vaso
ocupando todo el mueble.

.


Concha García
La memoria
De Ayer y calles, 1995

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