al otro lado
Es tanto el silencio aquí;
El ojo, el hueso, el suelo quebrado.
Resulta todo tan familiar.
De cuando en cuando solía verlos:
Los ojos, los huesos, los suelos quebrados.
¡Por favor, dilo más alto, no te puedo oír!
Es tanto el silencio aquí.
¿El paisaje?
Son tumbas
Iguales son ahora.
Las ratas, las joyas, todo es lo mismo.
¿El lado frágil?
Yo, tú, nosotros,
Solamente las flores continúan creciendo.
Es tanto el silencio aquí.
¿Qué le sucedió a tu cuerpo?
¿Por qué continúas mirándome?
No hay líquidos en este lugar,
Y casi nadie se mueve.
¿Es eternidad o una estación por la que pasamos?
Es tanto el silencio aquí.
¿Me dirá alguien la verdad?
¿Queda algo de piel sobre tu cuerpo?
¿Puedo tocarte tan sólo para recordar?
¿Hay algún ritmo aquí?
Nada, sino soledad.
Es tanto el silencio.
¿Adonde dan las puertas?
¿De dónde vienen las olas?
El tiempo no existe aquí.
Ni siquiera hay niños:
Sólo temor y belleza.
En José Hernández
por Corredor-Matheos
Poema de Dan Harlap
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