Dime qué ves en el armario horrible

y en las vasijas de llorar ¿qué es esto?

 

Cuando contemplas la melancolía

en las farmacias y, en los muros,

están ya escritas las acusaciones,

¿quién eres tú al fin y por qué callas?

 

Ante los animales y el silencio,

mete las manos en el agua, heridas

de los espinos. No solloces; dime

qué nombres viven en tu corazón.

 

 

 

 

 

 

 

Antonio Gamoneda

de Edad

CATEDRA / Letras Hispánicas

Ed. Miguel Casado


 

 

 

 

 

 

 

 

0 comentarios

Enviar un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.

Te puede interesar

pirotecnia

 

en esa Nada que no tuvo principio

 

el oficio II

 

como pasan las nubes, lenta y calladamente