exilio

 

Nunca he pertenecido. De niño
creía estar, pero era una ilusión.
Miraba la vida desde la ventana
de mis ojos, observando
cómo los demás se movían
ajetreados, en sus asuntos.
Ahora, consciente de mi situación
recuerdo cuando me dijiste: «Yo, estoy
dentro». Te dejaron cruzar al otro lado
de esa ventana. Donde todo es cierto
a la vez que nada es verdad.

 

 

 

 

 

 

 

______

 

0 comentarios

Enviar un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.

Te puede interesar

las tardes – Vicente Gallego

 

Pero los días, al pasar, no son
el generoso rey que cumple su palabra,
sino el ladrón taimado que nos miente.