[hemos publicado los poemas de [cualquier] antología 

del bueno de Panero. Aunque hemos leído o escuchado a

alguno de esos [dudosos] poetas -Gimferrer o Villena- que

de Leopoldo María Panero sólo se salva ·Narciso en el

acorde último de las flautas·, los poemas que preferimos 

son casi todos de otros libros -aunque es cierto que son casi

todos de antes de 2000-. 

Como se trata de una colección mínima, actualizaremos la

página con poemas de los primeros libros y quizá de los

últimos: en cualquier caso, añadiremos poemas que son 

poesía y, algunos de ellos, Poesía.

Hemos encontrado a un crítico que considera que no se debe

leer a Panero: pensamos que a quien no se debe leer es al crítico,

naturalmente.

En otro blog, un editor pide que -ya que posee el derecho de no sé

qué libros de Panero- se cite a su editorial y, de ese modo, añade, 

«saldremos beneficiados tanto el uno como el otro». El blogger no

ha respondido, pero nosotros hemos tenido que contenernos para

no hacerlo: menudo sacristán, qué hijo de la gran puta.]