me muero, cinco poemas de Isabel Bono

 

 

 

Feb 2021

 

 

De esta poeta nacida en Málaga a mediados de la década de los años sesenta se ha escrito:

“Es una autora en estado de gracia, a quien no dudo en situar en primera línea de la lírica española actual.

Isabel Bono es inexplicable desde los parámetros habituales. Es única, es profunda, da en breves textos sugestivos,

sin puntuación ni mayúsculas, lo que en vano buscaremos en otros autores.

Sus poemas son como fragmentos de un gran poema interior al que sólo la autora tiene acceso

y del que nos va dando pequeñas dosis, hermosos trozos no exentos de una dolorida sensibilidad”.

 

 

«Es la poeta más libre que conozco, escribe lo que quiere y como quiere; escribe de lo que conoce y de lo que le acontece,

de lo que tiene más cerca, de lo pequeño, de lo humilde.

Todos sus poemas, prosas y aforismos están marcados por esa atmósfera de singular intensidad poética».

 

 

Me muero, la última colección de poemas de Isabel Bono (Bartleby, 2021)

 

 

 

 

echo de menos la oportunidad de temblar

 

 

una taza se rompe
y de repente
el cráneo de un gato contra la acera
el esqueleto de un pájaro
las cien púas de un erizo
el aguijón de todas las avispas
vuelven a quebrarse ante mis ojos

agradecen mi compañía
con su obstinada sombra

no sé de qué hablan cuando dicen frío
no sé de qué hablan cuando dicen silencio

 

 

 

in vitro

 

 

hace mucho, demasiado
que la luz de las diez de la mañana de la vida
no se me aparece

quizá se haya extinguido
como el alca imperial
el oso del atlas y el sapo dorado

también dorada, amarilla
era la luz sobre la tapia verde

alguien guarda células del delfín de río
esperando, quizá
un mundo más razonable para insuflarles vida

pero, ¿quien guarda células
del sol de la infancia?

 

 

 

las cosas que nadie rompe, pero se rompieron

 

 

la vida a través de los cristales tintados
del tren de cercanías
parece en calma, más lenta, más limpia
menos dolorosa
porque lo limpio no duele

chicas de piernas morenas
hombres cansados, niños en bici
recordándote algo que tuviste
las cosas rotas
las cosas rotas, repites
y piensas en neruda
aunque nunca te gustó neruda

palmeras sin podar, eucaliptos
echando a perder la tierra
buganvillas salvajes, jardines con enanos
jardines con elefantes
la locura

la locura en los jardines, las aceras, los andenes
la locura serenamente
asentada en nuestras vidas, piensas

y te miras las manos
y te han salido manchas

cuando levantas la vista
las palmeras siguen sin podar
un perro bosteza
la locura, repites

un hombre, un faro
más elefantes
el mar tan quieto, tan vacío
niños saltando sobre el charco de aguas fecales
que baja desde los hoteles a la playa

y todavía quedan antenas
y pinzas de colores en los tendederos
donde ya no queda nadie

alguien pintó de azul el edificio gris
alguien puso una bandera
alguien olvidó regar la madreselva

si se fuese la luz con el tren dentro del túnel
todos gritarían

 

 

 

los espejismos no tiene pájaros, oí decir

 

 

 

deberíamos aprender a besar
con todo el cuerpo

contra un árbol
contra un muro
contra un cristal
contra todos los días rotos del pasado

 

 

 

 

 

los mejores amigos

 

 

tengo amigos
a los que nunca he preguntado nada,
de los que me gustaría
conocer cada minuto de su infancia
a qué jugaban
si les dolía perder
si se arrancaban las costras de las heridas
si sentían miedo
si ya lo perdieron

pero yo no pregunto

me gustaría haber estado allí
en cada infancia de cada amigo,
haber sudado con ellos

eso ya no es posible
como no lo será sudar sus muertes

mis amigos morirán lejos
y yo no sabré a quién preguntar

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Isabel Bono ganó el “Premio de Novela Café Gijón” en 2016 con Una casa en Bleturge.

Con Diario del asco (2020), su segunda novela, se ha consolidado como una de las voces más originales del panorama literario nacional

(además de colocarla entre los finalistas al Premio de la Crítica de Andalucía, aún sin resolver por el jurado).

En Bartleby acaba de publicar Me muero. 

En la colección Bartleby Poesía Isabel Bono también publicó Pan comido (2011) y Lo seco (2017), elegido por el Gremio de Librerías de Madrid

como finalista en la categoría de poesía al mejor libro del año en 2018.

Sus poemas han aparecido, entre otras, en las antologías La manera de recogerse el pelo,

Generación Blogger (Bartleby, 2010) y (Tras)lúcidas. Poesía escrita por mujeres (1980-2016) (Bartleby, 2016).

 

 

 

 

 

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