isabel bono
nido de abeja
éramos uno a la hora de la siesta
el grito ahogado
un enjambre de malas intenciones
nos unía la monotonía de la luz
morían las farolas a pedradas
morían los insectos, morían los perros
pero nunca relacionamos aquello con la muerte
murió una niña
supimos de golpe
que un día estaríamos todos muertos
que un día se acabarían las ganas de hacer ruido
y el vértigo de no saber, de no entender
qué era la vida
al salir de la iglesia
fuimos uno a la hora de reír, y reímos
el resto del verano
sin mirarnos a los ojos
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Bono, Isabel
Lo seco
Madrid; Bartleby editores, 2017
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