EL BULTO AJENO



Dormí anoche tan oscuramente,

tan impolítico y sumergido

en una nada fisiológica,

que al despertarme creí estar equivocado,

como si hubiera asomado la cabeza

a un asunto que no era yo.

Extraviado en un bulto ajeno

sentí un terror que no era mío.

Y alzaba los brazos y reclamaba a gritos

todos mis documentos personales.

Joaquín O. Giannuzzi

Antología poética

Visor, 2006


 

 

 

 

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