el gallardo necesario
No ha durado mucho el sombrero. Tampoco,
pensándolo
bien, los pantalones. La camisa y la gorra están hechas
una pena.
En cuanto a los calzones…
Así iba la cosa. El tiempo corría
cuesta abajo mientras la ropa no daba más de sí. Nadie
quería llevarla más, lo que era
comprensible, dado que la ropa es una empresa en
marcha
para muchos. Remendada con géneros alegres, servirá
en otro tiempo, atada igual que un chal a
una chistera.
Adiós pesadillas, simulacros.
Todo el tiempo está creciendo algo. Como la sopa para el
cocido,
así es el mar para las bullentes simas que apuntalan el
«significado».
No hay que pasarse de amable. Pero no esperes las
gracias.
the gallant needful
The hat hasn’t worn too well. Nor, come to think
of it, have the pants. The shirt and cap are negligible.
As for the drawers…
So it went. Time was running
downhill while the clothes gave out. No one
wanted to wear them any more, which was
understandable, given that clothes are a going concern
to many. Mended with gay stuffs, they’ll serve
another time, tied like shawls around
a stovepipe.
Farewell nightmares, simulacra.
All the time a little is growing. As soup is to stew,
so the sea to bubbling chasms that prop up the «meaning».
Nice is nice enough. Just don’t expect thanks.
john ashbery
un país mundano
traducción de daniel aguirre oteiza
lumen
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