[ezcol_1half]           

 

 

 

 

 

john ashbery

 

tapestry

 

 

It is difficult to separate the tapestry
from the room or loom which takes precedence over it.
For it must always be frontal yet to one side.

 

It insists on this picture of «history»
in the making, because there is no way out of the punishment
it proposes: sight blinded by sunlight.
The seeing taken in with what is seen
in an explosion of sudden awareness of its formal splendor.

 

The eyesight, seen as inner,
registers over the impact of itself
receiving phenomena, and in so doing
draws an outline, or a blueprint,
of what was just there: dead on the line.

 

If it has the form of a blanket, that is because
we are eager, all the same, to be wound in it:
This must be the good of not experiencing it.

 

But in some other life, which the blanket depicts anyway,
the citizens hold sweet commerce with one another
and pinch the fruit unpestered, as they will,
and words go crying after themselves, leaving the dream
upended in a puddle somewhere
as though «dead» were just another adjective.

 

 [/ezcol_1half] [ezcol_1half_end]      

 

 

 

 

tapiz

 

 

Es difícil separar el tapiz
del cuarto o del telar que tienen primacía sobre él.
Puesto que siempre debe estar de frente pero hacia un solo lado.

 

Insiste en esta imagen de la “historia”
mientras sucede, porque no hay manera de escapar del castigo
que propone: la vista encandilada por el sol.
La visión se asimila con lo visto
en una explosión súbita de conciencia de su esplendor formal.

 

La vista, que se ve como interior,
registra el impacto de ella misma
al percibir fenómenos, y al hacerlo
garabatea un croquis o un boceto
de lo que estaba ahí: muerto en la línea.

 

Si tiene forma de frazada, es porque
estamos deseosos, aun así, de arroparnos con ella:
debe ser ésa la ventaja de no experimentarla.

 

Y sin embargo, en otra vida, que en cualquier caso representa la frazada,
los ciudadanos tienen dulce comercio unos con otros
y manosean la fruta sin que nadie los moleste, como les gusta a ellos,
y las palabras van llamándose a sí mismas, abandonando el sueño
tirado en algún charco,
como si “muerto” fuera sólo un adjetivo más.

[/ezcol_1half_end]

 

 

 

 

 

 


 

 

 

 

0 comentarios

Enviar un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.

Te puede interesar

quiéreme

 

como si el amor fuera nuestro