un tren puede ocultar a otro
(Letrero en un cruce en Kenya)
En un poema, un verso puede esconder otro verso,
como en un cruce, un tren puede esconder otro tren.
Eso significa que si estás esperando cruzar
los rieles, espera un momento
hasta que el primer tren se aleje.
Y así cuando leas espera hasta que hayas leído la próxima línea –
entonces es seguro proseguir la lectura.
En una familia, una hermana puede ocultar otra hermana,
así que cuando estés cortejando, lo mejor es tenerlas todas al frente
de lo contrario al visitar a una te podrías enamorar de la otra.
Si eres mujer, un padre o un hermano pueden ocultar al hombre,
a quien has estado esperando amar,
así que siempre ponte de pie de la manera
en que las palabras se levantan frente a los objetos,
los sentimientos y las ideas.
Un deseo puede ocultar otro. Y la reputación de una persona puede ocultar
la reputación de otra. En el patio, un perro puede ocultar otro,
así que si escapaste del primero eso no significa que estés a salvo;
una lila puede ocultar otra lila y también un montón de lilas,
y sobre el Appia
Antica una tumba
puede ocultar una serie de tumbas. En el amor, un reproche
puede ocultar otra cosa, una pequeña queja puede ocultar una mayor.
Una injusticia puede ocultar otra – una colonia puede ocultar otra,
un uniforme rojo chillón otro, y una columna completa. Un baño
puede ocultar otro baño
como cuando, después de bañarse, uno camina en la lluvia.
Una idea puede ocultar otra idea: la vida es sencilla
oculta que la vida es increíblemente compleja, al igual
que en la prosa de Gertrude Stein
una oración oculta otra y es otra al mismo tiempo.
Y en el laboratorio un descubrimiento oculta otro descubrimiento,
una tarde oculta otra, una sombra, un nido de sombras.
Un rojo oscuro, o un azul, o un púrpura – esto es una pintura
hecha por alguien llamado Matisse. Uno espera en el riel
hasta que cruzan, esos ocultos dobles o, en ocasiones,
lo que se les asemeja.
Un gemelo idéntico puede ocultar otro.
¡Y puede que haya más ahí! El ginecólogo contempla
el valle de Var. Solíamos vivir ahí, mi esposa y yo, pero
una madre despierta oculta una hija de pocas luces. La hija oculta
su propia vivacidad de hija al revés. Están en una
estación de tren y la hija sostiene una bolsa
más grande que la de la madre y la oculta exitosamente.
Al ofrecerse a llevar la de la hija uno se encuentra a sí mismo confrontado
por la madre
y también tiene que llevar esa bolsa. Así que un tipo pidiendo bola
puede abiertamente esconder otro tipo pidiendo bola,
y una taza de café otra, hasta que uno está sobreexcitado.
Un amor puede ocultar otro amor
o el mismo amor
como cuando “te amo” de repente resuena falso y uno descubre
un amor más satisfactoria en la otra esquina, como
cuando “Estoy lleno de dudas” oculta “Estoy seguro en cuanto algo, y es eso”
y un sueño puede ocultar otro sueño como siempre hemos sabido.
En el Jardín del Edén Adán y Eva pueden ocultar
a los verdaderos Adán y Eva.
Jerusalén puede ocultar otra Jerusalén.
Cuando alcances algo, detente para que pase
y puedas verlo plenamente. En casa, no importa donde,
los rieles internos son peligrosos también: un recuerdo
ciertamente esconde otro recuerdo, y de esto se trata la memoria,
la eterna reverberancia de las entidades que se contemplan.
Leyendo A Sentimental Journey miras alrededor,
en busca de Tristram Shandy, para ver
si está de pie ahí, debe estarlo, más fuerte
y más profundo y oculto como Santa Maria Maggiore
puede estar oculta en iglesias similares de Roma. Una acera
puede esconder otra, como cuando duermes,
y una canción esconde otra canción, los golpes arriba
ocultan el repicar de la batería. Un amigo oculta otro, te sientas al
pie de un árbol
con alguien y cuando te levantas para irte hay otro ahí
con el que hubieses preferido conversar. un profesor,
un doctor, un éxtasis, una enfermedad, una mujer, un hombre,
pueden ocultar otros más. Detente para dejar que el primero cruce.
Te dices ahora es seguro avanzar,
y eres golpeado por el siguiente tren. Hubiera
sido mejor
esperar al menos un instante para ver que se ocultaba ahí.
one train may hide another
(sign at a railroad crossing in Kenya)
In a poem, one line may hide another line,
As at a crossing, one train may hide another train.
That is, if you are waiting to cross
The tracks, wait to do it for one moment at
Least after the first train is gone. And so when you read
Wait until you have read the next line–
Then it is safe to go on reading.
In a family one sister may conceal another,
So, when you are courting, it’s best to have them all in view
Otherwise in coming to find one you may love another.
One father or one brother may hide the man,
If you are a woman, whom you have been waiting to love.
So always standing in front of something the other
As words stand in front of objects, feelings, and ideas.
One wish may hide another. And one person’s reputation may hide
The reputation of another. One dog may conceal another
On a lawn, so if you escape the first one you’re not necessarily safe;
One lilac may hide another and then a lot of lilacs and on the Appia
Antica one tomb
May hide a number of other tombs. In love, one reproach may hide another,
One small complaint may hide a great one.
One injustice may hide another–one colonial may hide another,
One blaring red uniform another, and another, a whole column. One bath
may hide another bath
As when, after bathing, one walks out into the rain.
One idea may hide another: Life is simple
Hide Life is incredibly complex, as in the prose of Gertrude Stein
One sentence hides another and is another as well. And in the laboratory
One invention may hide another invention,
One evening may hide another, one shadow, a nest of shadows.
One dark red, or one blue, or one purple–this is a painting
By someone after Matisse. One waits at the tracks until they pass,
These hidden doubles or, sometimes, likenesses. One identical twin
May hide the other. And there may be even more in there! The obstetrician
Gazes at the Valley of the Var. We used to live there, my wife and I, but
One life hid another life. And now she is gone and I am here.
A vivacious mother hides a gawky daughter. The daughter hides
Her own vivacious daughter in turn. They are in
A railway station and the daughter is holding a bag
Bigger than her mother’s bag and successfully hides it.
In offering to pick up the daughter’s bag one finds oneself confronted by
the mother’s
And has to carry that one, too. So one hitchhiker
May deliberately hide another and one cup of coffee
Another, too, until one is over-excited. One love may hide another love
or the same love
As when «I love you» suddenly rings false and one discovers
The better love lingering behind, as when «I’m full of doubts»
Hides «I’m certain about something and it is that»
And one dream may hide another as is well known, always, too. In the
Garden of Eden
Adam and Eve may hide the real Adam and Eve.
Jerusalem may hide another Jerusalem.
When you come to something, stop to let it pass
So you can see what else is there. At home, no matter where,
Internal tracks pose dangers, too: one memory
Certainly hides another, that being what memory is all about,
The eternal reverse succession of contemplated entities. Reading
A Sentimental Journey look around
When you have finished, for Tristram Shandy, to see
If it is standing there, it should be, stronger
And more profound and theretofore hidden as Santa Maria Maggiore
May be hidden by similar churches inside Rome. One sidewalk
May hide another, as when you’re asleep there, and
One song hide another song; a pounding upstairs
Hide the beating of drums. One friend may hide another, you sit at the
foot of a tree
With one and when you get up to leave there is another
Whom you’d have preferred to talk to all along. One teacher,
One doctor, one ecstasy, one illness, one woman, one man
May hide another. Pause to let the first one pass.
You think, Now it is safe to cross and you are hit by the next one. It
can be important
To have waited at least a moment to see what was already there.
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