Leo poemas de autores que creen

que su cerebro les pertenece.

Su discurso sujeto a las vísceras

me distrae de una atmósfera

en la que a mi forjado aguante

le echan en cara lo que no hizo ayer.

Y preguntan a la voz: ¿tenemos que seguir así?

y la voz contesta que sí.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 


 

 

 

 

 

 

 

0 comentarios

Enviar un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.

Te puede interesar

identidad

 

vivo en mi tiempo
fuera de mi tiempo

 

después del incidente

 

Sigue creyendo que la luna vierte
su locura inconstante aquí en la noche,
que existe un mundo fiel