«Quis fuit horrendos primus qui protulit enses?»
[¿Quién fue el primero que blandió las horrendas espadas?]
Q. Tibullus
Un eunuco me escribe versos, versos
de muerte, versos de palo,
versos de almendro para jueces y palestras.
Un eunuco me escribe versos verdecidos
con un poco de higuera y de cangrejo,
versos
libres
que dicen cosas grandes.
Un eunuco me escribe versos y yo
lo amo como a las niñas pobres
que me visitan en el palio de la risa,
y cada palabra es un alto mirador,
una alondra inviolada
que hay que astillar y sacudirse hasta el delito.
Hay como que hacerse morir,
es un empeño invernal.
Un eunuco me fatiga desde siempre con sus versos.
Yo lo amo como una salvedad de piedra
florecida, como un impuesto de sangre, como una
cicatriz
que no poseo.
Luisa Castro
Los versos del eunuco
III. Los versos del eunuco
EDICIONES HIPERIÓN S.L
PREMIO DE POESÍA HIPERIÓN 1986
2ª edición 1989
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