coreografía
Durante unos días, dejaríamos
de montar a caballo y de acudir
a fiestas. Por aquel entonces,
igual que en los relatos ajenos,
todo amor se quebraba y deshacía.
Paseábamos despacio por un país
de iluminados, añorando
el contacto con el suelo, la fructífera
danza. Apuesto a que era
por la escasez de elementos tribales.
Todos fingimos, pero nos distinguimos
por el resultado de nuestras mentiras,
decía una de las pancartas. Nunca quedó
tan claro como en las repeticiones.
mariano peirou
de Estudio de lo visible
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