Bien: no se trata del último libro de Mariano Peyrou, pero
traemos varios poemas de Estudio de lo visible, 2007,
cuando aún podía entenderse bien lo que este autor
escribía bajo el título de poesía.
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MARIANO PEYROU
ESTUDIO DE LO VISIBLE
AHÍ
Sólo me ha pasado dos o tres
veces. Las demás te lo he contado.
No tiene nada que ver contigo,
es un malestar ocasional. Olvidarás todo
cuando cuente hasta tres.
Algunos se dedican a poner etiquetas
despreocupadamente mientras otros las quitan
con esmero. Alguien ve en primer
plano lo que a los demás les parece rebuscado.
Esto suele considerarse un defecto o una virtud,
y debe ser verdad si lo cuentas ahora. Yo,
en cambio, nunca te había ocultado nada.
ALGUIEN CON QUIEN HABLAR
¿Me estás analizando? Nos sentamos
o miran el deseo con un vaso en la mano,
haciendo girar los hielos como ideas. Eso
no está en los libros.
La música es tan emocionante que cualquiera
se enamora o empieza a llorar. Tú
y yo saldríamos a comprar tabaco,
uno de los pocos movimientos inolvidables
que he hecho. Las manos sobre el volante.
Siempre se acaba demasiado pronto.
DONDE NO PUEDAS VERLA
Todo ese tiempo lleno
de lunas y de soles, en la habitación
mientras él sueña con una casa
muy céntrica, sin paredes, como una pregunta:
¿qué es lo importante? En otro idioma,
con el olor de una cocina ajena, para constatar
la estrechez; la anchura sólo puede
suponerse. Deja las llaves cerca de la puerta.
Encontrarán variedad en la monotonía.
Todos esos años de espera para esto.
La tristeza no sería nada sin ella.
LAS CARICIAS INVENTADAS
Éramos tan infelices y cuánto
lo echamos de menos. Ya no
soportas el dolor que te causan
las canciones, la decoración
de algunos escaparates. Presiento
que saldré al jardín en unos minutos.
Lo malo es que para ella, aunque
se pueda hablar y sumar recuerdos,
es otra cosa: todos asumen las fronteras
sin dramatismo, lo cual no indica nada,
una inercia, un mono tras los barrotes
de la zoología. Después
comenzó a oscurecer.
EL TERROR A LA BELLEZA
Tienes una cara agradable, pero no sabemos nada
de tus frustraciones. Hablaremos
cuando sea de día. Ahora te toca a ti mover el tejo.
Hola, llámame cuanto antes, suplicó.
El suelo está lleno de castañas, es antidepresivo
darles patadas y seguir su trayectoria.
Justo lo que deseaba. Todavía me sorprende
que la vida se filtre de ese modo entre tus cosas.
PARQUE
Tienes razón: los besos al sol
son diferentes. Hay para todos
los gustos, sobre todo porque los gustos
se desarrollan a partir de lo que hay.
pero habíamos prometido abandonar
estos análisis.
Estaba pensando en la muerte.
Pasa un hombre muy satisfecho
con sus juguetes, sin hacer preguntas.
Y ahí brillan unas jóvenes
transgresoras, un instante,
antes de desaparecer.
LA VIOLENCIA NOCTURNA
En un futuro lejano, este
paisaje consistirá en una sucesión
de islas blancas y pequeñas,
la manifestación temporal de algo
casi eterno, pero ahora que la calle
está oscura uno puede salir
un poco, asomarse al río a contemplar
su silencio, su oscuridad.
Como antes: ser otro,
o dos, convertirse en alguien
que persigue lo que más desea
sentado junto al río, y volver
todos por la misma calle tranquila
hasta la casa donde alguien más
espera, lejos del río
y de la gente que está sola.
LOS ESPACIOS CERRADOS
Tendrás que ejercitar los ojos
recogiendo las nubes que te envío,
la limpia altura de las chimeneas
que diseminaban olor a azúcar
por toda la ciudad, las imágenes
que arrastra la corriente subterránea.
Ahora sí que empuja el viento,
viene entre las estatuas para agitar
emociones antiguas que aún no tienen
nombre, para golpear las puertas
de los espacios cerrados donde la culpa
circula con fluidez, donde vibran
las mentiras y el pasado
se sueña diferente.
Está nevando mucho,
todo es blanco fuera de mí.
DOS VISIONES DEL VERDE
un árbol
puedes hacer varias cosas con este árbol
cubrirlo de un color original o dibujarlo en tu mente como si fuera un río
talarlo con las uñas hasta modificar tu percepción del tiempo
calcular su altura y equivocarte y no darte cuenta
puedes olerlo como si pensaras en palabras
esconder sus raíces debajo de la tierra y pintar de verde la más verde de sus hojas
sentarte sobre lo que fue su sombra y esperar a que se haga de día
definirlo para que sea a la vez hermoso y artificial
inventar un incendio y salvarlo
cambiarlo por el derecho a desplazarte por el prado
convertirlo en papel y describirlo de una forma diferente en cada folio
caminar en círculos alrededor de cualquiera de los árboles vecinos
pincharlo con un alfiler para constatar que no se queja
tener una larga conversación a la luz de sus pájaros y descubrir que alberga tantas contradicciones como alas
puede tomarlo como ejemplo en un ensayo sobre la horizontalidad
amarlo compasivamente pensando en los poderosos vientos que trajeron desde las estrellas la materia que lo forma
palpar su rugosidad con cada uno de los dedos o con la palma entera
lo que no puedes hacer es entenderlo
Mariano Peyrou
Estudio de lo visible.
Valencia
Ed. Pre-textos, 2007
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