transplatinos
muestra de poesía rioplatense
selección roberto echevarren
ediciones el tucán de virginia
1991
fragmentos de marosa di giorgio
Verdes, color rosa, anilladas, dibujadas. Se dice de ellas que tienen relaciones consigo,
y se las ve en el espasmo.
O rígidas como un dedo alcanzan a beber en la fuente de las rosas. Están emparentadas
con las rosas, las romelias y el peral. Las consideran sólo ensueños, representación de
los pecados de los hombres. Pero, yo, de niñita, a la luz del sol y de la luna, creo en ellas,
sé que son, de verdad. Las vi abrir los labios, negros como la noche, la dentadura de oro,
en pos de una almendra, una pepita de calabaza; enfrentar la propia línea, jugando y
peleando; y en el amor a solas, retorcerse hasta morir.
……………
Puse un huevo, blanco, puro, brillante; parecía una estrella ovalada.
Ya, con intervalo de años, había dado otro, celeste, y otro, de color de rosa; pero, éste era
puro, blanco, brillante, y el más bello.
Lo coloqué en una taza, con una mano arriba, para que no se le fuera el brillo; lo mimé
con discreción, con cierta fingida indiferencia. Las mujeres quedaron envidiosas,
insidiosas; me criticaban; ostensivamente, cubrían los hombros, y se alargaron los vestidos.
Proseguí, impertérrita. No puedo decir qué salió del huevo porque no lo sé; pero, sea lo que
sea, aún me sigue; su sombra, filial y dulce, se abate sobre mí.
………………….
Cuando yo era lechuza observaba todo con mi pupila caliente y fría, no se me perdió ningún
ser, ninguna cosa.
Floté delante del que pasara por el campo, la doble capa abierta,
las piernas blancas, entreabiertas; como una mujer.
Y antes de que diese el grito petrificante, todos huían al monte de oro,
al monte de las sombras, diciendo:
¿Y eso en medio del aire como una estrella?
Pero también, era una niña allá en la casa.
Mamá guardó para sí el misterio. Y miraba a Dios llorando.
…………………….
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