mary jo bang

 

   apology for want

 

 

 

una puerta mosquitera golpea

 

 

Dejamos el tractor rojo de juguete de mi hermano

estacionado en el césped raído,

subimos la colina, espiamos a través de los arbustos

 

lo prohibido: vías del tren y jungla de vagabundos.

Perdemos de vista el barranco,

la serpiente gorda y negra

 

que cae al final de cada jardín.

Es viernes por la noche,

pescado frito en el Parque de Bomberos.

 

Los adultos beben cerveza en pequeños cubos de metal.

Mi hermana saca un pez de hojalata de una tina de metal.

A un lado,

 

una niña con Síndrome de Down, de seis años,

ladeada en una silla de ruedas.

El pelo gris de la madre se aparta

 

de su cara hermética y poco afortunada.

Se inclina sobre la hija, que murmura

en una bata de baño, para limpiarle la baba.

 

Cabeza que oscila, mandíbula floja, lengua prominente.

Un vestido azul inmaculado,

cuello perfecto ribeteado con un encaje blanco.

 

No mires, dice mi madre. Y yo,

de la misma edad, el aire impregnado

del olor a pescado y margarina,

 

aprieto mi rostro contra el olor de algodón planchado

de la falda de mi madre,

susurro, no lo hacía.

 

 

 

a screen door slams

 

 

We leave my brother’s red toy tractor

parked on the scorched lawn,

climb the hill, peer through the brush

 

at the forbidden: railroad tracks and hobo jungle.

We lose sight of the ravine,

the fat black snake

 

that falls to the bottom of every yard.

It’s Friday night

fish-fry at the Fire Department.

 

Grown-ups drink beer from tiny metal buckets.

My sister pulls a tin fish from a metal washtub.

Off to one side,

 

a girl with Down’s Syndrome, six years old,

lists in a wheelchair.

The mother’s gray hair is drawn away

 

from her tight, misfortuned face.

She bends over the daughter, murmuring

into a lap robe, wiping a drool.

 

Rolling head, slack jaw, protruding tongue.

An immaculate blue dress,

pristine collar edged with a row of white lace.

 

Don’t stare, my mother says. And I

the same age, air tinged

with the scent of fish and Crisco,

 

press my face into the ironed-cotton smell

of my mother’s skirt,

whisper, I wasn’t.

 

 

 

 

from Apology For Want 1997

Mary Jo Bang

antología bilingüe

El claroscuro del pingüino, 

selección y traducción

de Patricio Grinberg

y Aníbal Cristobo, 

Kriller71 Ediciones

2014

 

 

 

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