LIV. aniversario
A William Rothenstein
“Y tenía cincuenta años cuando me sucedió esto”
Ya no creo en el lenguaje de las flores,
Aquel Pájaro azul para mí ya no canta.
Mis ojos se han cansado del color,
Estoy ya fatigado de las voces superfluas.
Lo digo de una vez, son los tristes cincuenta.
Edad madura mía, que por fruto me traes
La vista vacilante y la marcha insegura,
¡Tu follaje trae sólo hojas muertas y secas!
Pero amigos llegados de muy lejos
-Me dicen que ninguno es profeta en su tierra-,
No han querido alentarme sino sólo ofrecerme
Un poco de consuelo por mis lustros odiados.
Subieron a mi piso con flores en las manos,
Y con tono sincero y mejor intención,
Desearon con dulzura todavía más años
A mi ya tonta edad, y mejor salud.
Y mientras bebíamos por los buenos deseos
Ese vino de oro en el fino cristal,
Me pareció que en coro, de las voces,
Con música divina se elevaban los ramos;
Y ya que el pinzón en mi ventana
Y el canario, compañero de jaula,
Piaban tan alegres, creí reconocer
A mi Pájaro azul que cantaba en la fronda.
LIV. anniversaire
A William Rothenstein
“ Et j’avais cinquante ans quand cela m’arriva. »
Je ne crois plus au langage des fleurs
Et l’Oiseau bleu pour moi ne chante plus.
Mes yeux se sont fatigués des couleurs
Et me voici las d’appels superflus.
C’est en un mot, la triste cinquantaine.
Moirage mûr, pour tous fruits tu ne portes
Que vue hésitante et marche incertaine
Et ta frondaison n’a que feuilles mortes!
Mais des amis venus de l’étranger,
-Nul n’est, dit-on, prophète en son pays –
Du moins ont voulu, non encourager,
Consoler un peu ces lustres haïs.
Ils ont grimpé jusques à mon étage
Et des fleurs plein les mains, d’un ton sans leurre.
Souhaité gentiment à mon sot âge
Beaucoup d’autres ans et santé meilleure.
Et comme on buvait à ces vœux du cœur
Le vin d’or qui rit dans le cristal fin,
Il m’a semblé que des bouquets, en chœur,
Sortaient des voix sur un air divin;
Et comme le pinson de ma fenêtre
Et le canari, son voisin de cage,
Pépiaient gaiement, je crus reconnaître
L’Oiseau bleu qui chantait dans le bocage.
Paul Verlaine
Traducción: Sandra Gudiño
•
0 comentarios