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Hace mucho tiempo que no escribo. Han pasado meses sin que viva, y voy
durando, entre la oficina y la fisiología, en un estancamiento íntimo de pensar y
sentir. Esto, desgraciadamente, no descansa: en la putrefacción hay fermentación.
Hace mucho tiempo que no sólo no escribo, sino que ni siquiera existo. Creo
que sólo sueño. Las calles son calles para mí. Hago el trabajo de la oficina con
conciencia tan sólo para él, pero no diré bien si digo que sin distraerme: por detrás
estoy, en vez de meditando, durmiendo, sin embargo estoy siempre otro por
detrás del trabajo.
Hace mucho tiempo que no existo. Estoy sosegadísimo. Nadie me distingue de
quien soy. Me he sentido ahora respirar como si hubiese practicado algo nuevo, o
atrasado. Empiezo a tener conciencia de tener conciencia. Tal vez mañana
despierte para mí mismo, y reanude el curso de mi existencia propia. No sé si, con
ello, sería más feliz o menos. No sé nada. Levanto la cabeza /de paseante/ y veo
que, por la cuesta del Castillo, el ocaso opuesto arde en decenas de ventanas,
con una reverberación alta de fuego frío. Alrededor de esos ojos de llama dura,
toda la cuesta está suave del final del día. Puedo por lo menos sentirme triste, y
tener la conciencia de que, con esta tristeza mía se ha cruzado ahora —visto con el
oído— el ruido súbito del tranvía que pasa, la voz casual de los conversadores
jóvenes, el susurro olvidado de la ciudad viva.
Hace mucho tiempo que no soy yo.
8-1-1931
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Há muito tempo que não escrevo. Têm passado meses sem que viva, e vou
durando, entre o escritório e a fisiologia, numa estagnação íntima de pensar e de
sentir. Isto, infelizmente, não repousa: no apodrecimento há fermentação.
Há muito tempo que não só não escrevo, mas nem sequer existo. Creio que
mal sonho. As ruas são ruas para mim. Faço o trabalho do escritório com
consciência só para ele, mas não direi bem sem me distrair: por detrás estou, em
vez de meditando, dormindo, porém estou sempre outro por detrás do trabalho.
Há muito tempo que não existo. Estou sossegadíssimo. Ninguém me distingue
de quem sou. Senti-me agora respirar como se houvesse praticado uma coisa nova,
ou atrasada. Começo a ter consciência de ter consciência. Talvez amanhã desperte
para mim mesmo, e reate o curso da minha existência própria. Não sei se, com isso,
serei mais feliz ou menos. Não sei nada. Ergo a cabeça de passeante e vejo que,
sobre a encosta do Castelo, o poente oposto arde em dezenas de janelas, num
revérbero alto de fogo frio. À roda desses olhos de chama dura toda a encosta é
suave do fim do dia. Posso ao menos sentir-me triste, e ter a consciência de que,
com esta minha tristeza, se cruzou agora – visto com ouvido – o som súbito do
eléctrico que passa, a voz casual dos conversadores jovens, o sussurro esquecido
da cidade viva.
Há muito tempo que não sou eu.
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Libro del desasosiego
Fernando Pessoa
Traducción del portugués, organización,
introducción y notas de Ángel Crespo
Editorial Seix Barrai, S. A., 1984 y 1997
Barcelona (España)
Edición especial para Ediciones de Bolsillo, S. A.
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Livro do Desassossego
Fernando Pessoa
Composto por Bernardo Soares,
ajudante de Guarda-livros na cidade de Lisboa
Formatado pelo Grupo Papirolantes
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