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Como un monte en la espalda o una cuchilla
fría en mi rostro, dádmela.
Dadme la noche sin alondras,
sin sonidos, sin hojas y sin párpados.
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He tocado el amor; aún se estremece
como un seno o un balido entre mis manos.
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Dadme lo que queráis; dadme una piedra,
una sombra, una estrella destruida.
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Es un hombre. Va solo por el campo.
Oye su corazón, cómo golpea,
y, de pronto, el hombre se detiene
y se pone a llorar sobre la tierra.
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Juventud del dolor. Crece la savia
verde y amarga de la primavera.
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Hacia el ocaso va. Un pájaro triste
canta entre las ramas negras.
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Ya el hombre apenas llora. Se pregunta
por el sabor a muerto de su lengua.
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¿Qué harás a estas horas con tus manos?
¿A qué materias estarás cercana?
A la desolación de tu ventana,
¿trae la oscuridad ruidos humanos?
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Me ocurre como todos los veranos:
me crece el corazón, me da la gana.
¡Vivir tan duramente la semana
y ahora no poder! ¡Ah ciudadanos!
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Son las once en la noche. A lo mejor
es más tarde en la vida. Yo no veo
ninguna solución. Todo es peor.
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Y tú, reina mortal, ¿en qué cal viva
pondrás los ojos a dormir? Paseo
como un perro; con sed, a la deriva.
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Él mismo, como Dios, se mataría
un luchador en soledad. Por tanto,
que otra vida combata con la mía.
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El que lucha prescinde de agonía.
(A la manera de los héroes, canto
una mezcla de muerte y alegría.)
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Si, al pronto, al belleza de una espada
aparece en la sangre, el combatiente
se derrama en la muerte silenciosa.
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Si, de pronto, desciende tu mirada,
caeré sobre el mundo lentamente.
No de muerte, de amor quiero una fosa.
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A ti, muchacha, que, de pronto, estrenas
la juventud caliente de la risa,
a ti te estoy diciendo: eres precisa
en cierta soledad, en ciertas venas.
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Crece la muerte con la vida. Apenas
le llega al corazón alguna brisa,
pero tú crecerías más deprisa;
la alegría que tú desencadenas.
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Préstame, amiga, préstame temprano
tus ojos y tus pechos. Duramente
por la boca te sale mucha vida.
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Esta hora es feroz. Dame la mano;
alcánzame una muerte sonriente;
pon tus labios desnudos en mi herida.
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Antonio Gamoneda
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Primeros poemas
Esta luz. Poesía reunida,
Círculo de Lectores, Barcelona, 2004
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