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Casida de la muchacha dorada
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La muchacha dorada
se bañaba en el agua
y el agua se doraba.
Las algas y las ramas
en sombra la asombraban
y el ruiseñor cantaba
por la muchacha blanca.
Vino la noche clara,
turbia de plata mala,
con peladas montañas,
bajo la brisa parda.
La muchacha mojada
era blanca en el agua
y el agua, llamarada.
Vino el alba sin mancha
con mil caras de vaca,
yerta y amortajada
con heladas guirnaldas.
La muchacha de lágrimas
se bañaba entre llamas,
y el ruiseñor lloraba
con las alas quemadas.
La muchacha dorada
era una blanca garza
y el agua la doraba.
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[audio:dora.mp3]
Canta Carlos Cano
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Federico García Lorca
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Diván del Tamarit, 1931-1934
Obras II. Poesía 2
Edición de Miguel García-Posada
Biblioteca Literaria
Akal ediciones
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