XI

Furio y Aurelio, compañeros de Catulo, bien llegue hasta los confines de la India,

donde la ola del mar de Oriente de gran bramido golpea la costa; bien hasta los hircanos

o los muelles árabes o los sagas o los partos, armados de flechas, o hasta las llanuras

que tiñe el Nilo de siete brazos; o bien encamine sus pasos más allá de los elevados Alpes,

para visitar los testimonios del gran César, el Rin de la Galia, el mar que causa horror y los

más alejados britanos.

Puesto que estáis preparados a visitar todos esos lugares juntamente conmigo, cualquiera

que sea la voluntad de los dioses, comunicadle a mi niña estas pocas palabras no agradables:

viva y disfrute con sus adúlteros, los trescientos a los que tiene abrazados a la vez sin amar

de verdad a ninguno, sino rompiéndoles a todos las entrañas cara a cara; que no vuelva como

antes sus ojos a mi amor, que por su culpa sucumbió como la flor del prado más recóndito

tras haberla herido el arado al pasar.

 

XI

Furi et Aureli, comites Catulli,

siue in extremos penetrabit Indos,

litus ut longe resonante Eoa

tunditur unda,

siue in Hyrcanos Arabasue molles                                 5

seu Sacas sagittiferosue Parthos,

siue quae septemgeminus colorat

aequora Nilus,

siue trans altas gradietur Alpes,

Caesaris uisens monimenta magni,                               10

Gallicum Rhenum, horribile aequor ultimosque

Britannos,

omnia haec, quaecumque feret uoluntas

caelitum, temptare simul parati:

pauca nuntiate meae puellae                                          15

non bona dicta:

cum suis uiuat ualeatque moechis,

quos simul conplexa tenet trecentos,

nullum amans uere, sed identidem omnium

ilia rumpens;                                                                     20

nec meum respectet, ut ante, amorem,

qui illius culpa cecidit uelut prati

ultimi flos, praetereunte postquam

tactus aratro est.

 

 

Cayo Valerio Catulo


XI

Catulli Carmina

Rosario González Galicia

Babab, marzo 2002

Madrid

 


 

32.- El poema se divide en dos mitades que aparecen comparadas: en la primera Catulo habla de las dificultades

que entrañan los viajes a lugares tan lejanos como los que cita; en la segunda, de la empresa imposible de su amor por Lesbia.

33.- Furio y Aurelio, personajes conocidos sólo por la poesía de Catulo, no debían de ser precisamente muy apreciados

por el poeta: por eso les hace un encargo desagradable.

34.- Los lugares mencionados están en los confines mismos del mundo conocido por los romanos (E.: la India, O.: Britania)

o entre esos confines: hircanos, habitantes de la costa meridional del mar Caspio, vecinos de los partos; sagas, nombre

que se daba a los escitas, pueblo situado al sur del mar de Aral; el Rin, límite de la Galia.

35.- El calificativo «gran» que Catulo dedica a César puede entenderse como irónico, puesto que César fue muy criticado

por Catulo; o como sincero, si el poema está escrito después de la reconciliación que César intentó con el poeta.

36.- El numeral está usado de forma hiperbólica.


 

 

 

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