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Da ich ein Knabe war…



Da ich ein Knabe war, 


Rettet’ ein Gott mich oft 


Vom Geschrei und der Rute der Menschen, 


Da spielt ich sicher und gut 


Mit den Blumen des Hains, 


Und die Lüftchen des Himmels 


Spielten mit mir.

Und wie du das Herz 


Der Pflanzen erfreust,


Wenn sie entgegen dir 


Die zarten Arme strecken,

So hast du mein Herz erfreut, 


Vater Helios! und, wie Endymion, 1


War ich dein Liebling, 


Heilige Luna!

O all ihr treuen 


Freundlichen Götter!


Daß ihr wüßtet, 


Wie euch meine Seele geliebt!

Zwar damals rief ich noch nicht


Euch mit Namen, auch ihr


Nanntet mich nie, wie die Menschen sich nennen,


Als kennten sie sich.

Doch kannt ich euch besser, 


Als ich je die Menschen gekannt,


Ich verstand die Stille des Aethers, 


Der Menschen Worte verstand ich nie.


Mich erzog der Wohllaut


Des säuselnden Hains 


Und lieben lernt ich


Unter den Blumen.


Im Arme der Götter wuchs ich groß.

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Cuando era niño


Cuando era niño,

a menudo un dios me salvaba

del griterío y del castigo de los hombres.


Yo jugaba entonces, tranquilo y sin temor,

con las flores del prado

y las brisas del cielo

jugueteaban conmigo.

..

Y así como tu regocijas

el corazón de aquéllas plantas

cuando sus delicados brazos tienden hacia ti,

tú alegrabas también mi corazón,

¡oh padre Helios! Y, como Endymión ¹,

yo era tu favorito, oh sagrada Luna.

Oh, vosotros todos, fieles y amables dioses,

¿si supierais cuánto os ha querido mi alma!

Es verdad que entonces

no os llamaban con vuestros propios nombres

y tampoco vosotros me nombrabais a mí

como hacen los hombres entre ellos,

como si se conocieran de siempre.

Sin embargo, nunca conocí a los hombres

tan bien como a vosotros.

Llegué a comprender el silencio del Éter,

pero nunca comprendí las palabras de los hombres.

La armonía susurrante

del bosque me educó

y aprendí a amar

entre las flores.

En los brazos de los dioses crecí.

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In memoriam 

Con este poema y su traducción, queremos recordar a Mariano Berdusán,

amigo, compañero y colega, a quien echamos de menos

 


 

 

 

 

Friedrich Hölderlin

Cuando era niño

Traducido por Mariano Berdusán

Friedrich Hölderlin. El sueño imposible. Antología poética

Editado por Libros del innombrable

 

 

 

 


 

 

-1.Según la mitología, Endymión, pastor y nieto de Júpiter, fue hijo de Atelio y de Cálice.

De él, por su extraordinaria belleza, se enamoró la Luna. Zeus le concedió lo que le pidiera

y eligió permanecer eternamente dormido sin perder su inmortalidad y belleza.(N del T)

 


 

 

 

 

 

 

 

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