preguntas


¿Quién echó la muerte y el amor en el mismo saco?

¿Lo han hecho para que enterremos a la muerte y plantemos el amor a su lado?

¿El amor es nada más la lámpara con que buscamos a los muertos?

¿Voy a pasar la vida entre los vivos y los muertos, confundiéndolos?

¿Soy el embrión de mi cadáver? ¿estoy en la gestación o en la infancia de mi muerte?

¿Dios es la almohada en que reposará mi cabeza dentro de la tumba?

¿Dios, amor, vida, muerte, es lo mismo? ¿es éste el río que nos lleva,

el árbol que nos acompaña, el cielo que nos despide, el rescoldo de sombras que nos espera?

¿Es justo alegrarse, nada más, con el cuerpo desnudo de una mujer

y con la sonrisa en los ojos de un niño?

¿Vine a alegrarme, a ser testigo de la hermosura un instante?

¿soy el relámpago que dibuja las nubes y hace,

debajo de la noche, levantarse los árboles hacia la lluvia?

¿Soy el polinizador de los escombros?

¿abeja de las ruinas, acumulando miel en el panal intacto de la muerte?

¿Soy, acaso, el dolor?

¿No es ésta la hora de la fiesta, nuestra hora, la hora en que la sangre gira,

recorre incansable, riega el territorio vasto de nuestro cuerpo y torna a nacer?

¿No es ésta la hora del caminante?

 

 

 


Jaime Sabines


Periódico de poesía, núm. 13, nueva época

UNAM/INBA, primavera de 1996

http://www.periodicodepoesia.unam.mx

 

 

 


 

 

 

 

 

 

0 comentarios

Enviar un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.

Te puede interesar

radiografía

 

Algo que ahora sé, no tendría que haber ocurrido.

 

 

oficio

 

Algunos de mis amigos se hartan de lo mismo;
y ellos no escriben poemas.

 

balconcillos 19

 

Hay suficiente belleza en estar aquí y no en otra parte.