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el atado
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Escribir sin contar es como vivir sin vida. Las palabras serán inocentes, pero no su relación.
El contador traza una columna del «debe» y otra del «haber» y en la última anota los silencios
que supo conseguir. Con las caras de una palabra quisiera hacer piedras y mirarlas todas hasta el fin de mis
días. Esas caras siempre tienen otras fugitivas de la boca. Morder la piedra, entonces, es la tarea del poeta,
hasta que sangren las encías de la noche.
En esa noche navegará sin rumbo fijo, desconfiado de todo, en especial de sí, mirando espejos que
cantan como sirenas que no existen. El poeta se atará al palo mayor de su ignorancia para no caer en sí mismo,
sino en otro país de aventura mayor, muerto de miedo y vivo de esperanza. Sólo el dolor lo unirá muertovivo al
vacío lleno de rostros y verá que ninguno es el suyo. Y todos serán libres.
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Juan Gelman
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El atado
Valer la pena
México, 1996/2000
Seix Barral Biblioteca Breve
2001, Grupo Editorial Planeta S.A.I.C / Seix Barral
Buenos Aires
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