llanto del exiliado

 

II

A Chile, donde nací,
donde no moriré acaso,
pero donde otros han muerto
sin razón
y siguen aguardando en la colina.

Mi sombra atraviesa el agua,

echa su carcajada

de espeso oro,

se cubre de pelos y camina entre la gente

dejando una baba tórrida y blanca.

Del alma me salen

huesos,

plumas de cuervo escarlata.

Mi esqueleto

se desploma sobre el follaje, pero se diluye

en discursos idólatras, en rosas de ceniza,

me apoyo en la vieja dama del cementerio

o en aquellas jarcias

que hablan de civilizaciones del antiguo monzón.

Niña mía, cuya cabellera llega hasta el mar,

olvida esa mariposa de santo

salobre,

aquella ferretería desparramándose

en este invierno raído, hasta encontrar

la máscara

destrozada del ángel y su astrología irreparable.

Si lloro sobre estas piedras,

es porque un rostro flota en medio de la destrucción,

evocando un país de peces fríos,

de mujeres

que maldicen en medio del aceite negro,

de esta arena hecha de carbón

azotada ahora por inextinguibles aguas.

 

 


Mahfúd Massís

Antología

Poemas 1942-1988

1990 · Editorial Dialit, C.A.

Santiago, Chile

Impreso Venezuela 1990

Llanto del exiliado

1986

 

 


 

 

 

 

 

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