II.5
Que me muera, Deciano, si no me gustaría
estar contigo los días enteros y las noches enteras.
Pero son dos mil pasos los que nos separan,
que se convierten en cuatro mil, con la ida y la vuelta.
Muchas veces no estás en casa, y otras muchas,
aunque estás, lo niegas: a menudo no tienes tiempo
más que para tus pleitos o para ti mismo. A pesar de todo,
no me importa andar dos mil pasos para verte;
me importa andar cuatro mil para no verte.
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II.5
ne ualeam, si non totis, Deciane, diebus
et tecum totis noctibus esse uelim.
sed duo sunt quae nos disiungunt milia passum:
quattuor haec fiunt, cum rediturus eam.
saepe domi non es; cum sis quoque, saepe negaris:
uel tantum causis uel tibi saepe uacas.
te tamen ut uideam, duo milia non piget ire;
ut te non uideam, quattuor ire piget.
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Marco Valerio Marcial
Epigramas. II.5
Texto, introducción y notas de José Guillén
Institución «Fernando el Católico» (CSIC)
Excma. Diputación de Zaragoza
Zaragoza, 2004
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