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Salmo



Nadie nos forma otra vez de la tierra y el barro,

nadie sopla en nuestro polvo.

Nadie.

Alabado seas tú. Nadie.

Por ti queremos

florecer

hasta ti.

Nada

fuimos, somos, seremos,

floreciendo:

la nada,

la rosa de nadie.

Con el lápiz transparente,

con las fibras de polvo baldías como este cielo,

con la corona roja

de la palabra púrpura

cantamos a las,

oh, a las espinas.

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Psalm

Niemand knetet uns wieder aus Erde aund Lehm,

niemand bespricht unsern Staub.

Niemand.

Gelobt seist du, Niemand.

Dir zulieb wollen

wir blühn.

Dir

entgegen.

Ein Nichts

waren wir, sind wir, werden

wir bleiben, blühend:

die Nichts-, die

Niemandrose.

Mit

dem Griffel seelenhell,

dem Staubfaden himmelswüst,

der Krone rot

vom Purpurwort, das wir sangen

über, o über

dem Dorn.

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Paul Celan


Salmo

Amapola y memoria

Hiperión 1994

Madrid

Traducción de José María Pérez Gay

 

 

 

 

 


 

 

 

 

 

 

 

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